31 mayo 2014

Uróboros

Hola a todos los lectores/as del blog:

Sé que algunos de vosotros/as sois lectores habituales desde hace bastantes años (gracias, Ana María) y que, por alguna extraña razón, valoráis el sentido y contenido de este blog.

Cuando comencé, quise hacerlo para poder compartir mis experiencias y aprendizajes en el proceso de obtener el título de doctor. Me sentía muy solo y, de algún modo, creía que estaba aprendiendo cosas que me gustaría compartir con otras personas. Quería que fuera un blog sencillo, pero con contenido práctico, orientado a mejorar la experiencia de otros doctorandos.

Al igual que EnlosUK, siempre imaginé a Doctorándose como un compañero de viaje. Ahora debemos separarnos. El doctorado ya quedó atrás y he comenzado una etapa diferente, un camino que no sé dónde me llevará pero que, en cualquier caso, no mira atrás.

Siento que muchas cosas están acabando en mi vida y, de algún modo, otras podrían comenzar. Para eso, hay que dar pasos adelante. Con la llegada de la ceremonia de mi investidura como doctor y del final de curso, siento que Doctorándose debe acabar. Es un buen momento. Tampoco me quedan muchas cosas que decir. Quizás algunas entradas más, pocas (2 o 3, a lo sumo).

Por tanto, sin ser aún una despedida, os anuncio que este blog es un tren que está viendo llegar su estación de destino. En pocas semanas dejaré de publicar entradas. No lo borraré, sólo dejará de estar activo.

29 mayo 2014

La investidura como doctor (I)

Supongo que existen diferencias entre las universidades españolas, así que no sé hasta qué punto esta información es generalizable o sólo fruto de mi propia experiencia.

El caso es que en la universidad en que trabajo el nombramiento de nuevos doctores se realiza aproximadamente un año después de haberte doctorado, coincidiendo con la ceremonia de clausura del curso académico.

La asistencia a esta ceremonia es voluntaria. Es un acto académico solemne con bien de pomposidad y rituales variados, como buen rito iniciático que se precie.

Para concretar la participación, el gabinete de protocolo contacta con los nuevos doctores y solicita confirmación de asistencia. En caso de querer acudir has de informar sobre tu altura y peso para que reserven un traje académico adecuado (toga). Aquí hay tradiciones curiosas como que sólo los doctores pueden llevar borlas, que el color del birrete identifica a tu facultad o que sólo los doctores pueden llevar birretes octogonales (el resto hexagonales). Estas y otras tradiciones curiosas podéis leerlas en este enlace.

También te solicitan que confirmes cuántos familiares o amigos acudirán, para reservarles asientos preferentes. Por último, te piden que indiques quién va a actuar como tu padrino en la investidura (suele ser tu dirección de tesis).

El día de la ceremonia debes acudir con suficiente antelación para recoger tu traje académico e ir al acto.

He estado luchando con la idea de si ir o no. No me gustan mucho este tipo de situaciones. Yo soy más de soledad compartida que de multitudes en jolgorio. Lo anterior, sazonado abundantemente con una timidez infantil, me coloca en una posición de evasión inminente. Pero supongo que si me da miedo es porque debo ir. Así que he decidido ir.

¿Cómo será? Atentos a mi próxima entrada.