Lo que siento hacia la tesis ahora mismo es una aversión enfermiza. No me gusta el tema, ni el texto, ni tengo ganas de trabajar en ella. Sólo tengo ganas de acabarla. Estoy cansado del esfuerzo que supone y de la total esclavitud a que me somete. Y todo esto no tiene nada de racional. Es puramente emocional.
Así que voy a seguir corrigiendo, que se me va la mañana.
Muchas gracias por visitar el blog y hacer comentarios. Gracias A., Ana María, Alba... a todos.
2 comentarios:
Hola Marcos,
Muy identificado me siento con esta entrada y la anterior. Los meses previos a este verano - Mayo, Junio - fueron de infarto para mi, con reuniones con mi director que me agotaban emocionalmente y que hacían que se alejase, cada vez más, el primer objetivo de la última fase: el depósito de la tesis. Recuerdo que me dijo: oye, lo dejamos para septiembre. Y yo le contesté: de ninguna manera. Llevo 5 años con esto y son plazos y más plazos y la cosa se alarga. Deposité casi en Julio.
El miércoles pasado, día 5, defendí la tesis y desde entonces soy doctor. La satisfacción que se siente es inenarrable.
Mucho ánimo!! Estás en el tramo final.
Saludos
Juan Carlos
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